Por Aria
El pasado viernes 28 de junio se estrenó la tan esperada película “A Quiet Place: Day One”. La primera película de la franquicia “A Quiet Place” se estrenó en el 2018 y “A Quiet Place Part II” en el 2021. En esta nueva entrega, la película se centra en los eventos que ocurrieron el primer día de la invasión alienígena, mostrando cómo comenzó todo y cómo los humanos intentaron sobrevivir a este apocalipsis súbito. Se pudo ver la exploración de nuevos personajes y escenarios, ampliando el universo establecido por las películas anteriores. Sin embargo, me quedo corta. La película es interesante dentro de lo cabe, pero no es algo del otro mundo; la misma historia con personas diferentes. Siento que me faltó un poco más de backstory de cómo llegaron los alienígenas, por qué y cuál es su objetivo. Aunque, esta vez contamos con una participación maravillosa por parte de Lupita Nyong'o junto a Joseph Quinn (Eddie en “Stranger Things”), Alex Wolff y Djimon Hounsou. Antes, les daré un pequeño resumen (SPOILER ALERT!)
Sam (Lupita Nyong'o), es una paciente con cáncer terminal que vive en un hospicio en NYC con su gato de servicio, Frodo. Un día, Reuben (Alex Wolff) , el cuidador/enfermero, convence a Sam de que vayan a una excursión grupal para ver un espectáculo de marionetas en Manhattan. Durante el viaje, el grupo nota que objetos similares a meteoritos se estrellan contra la ciudad. Luego, aparecen las criaturas extraterrestres y comienzan a atacar a las personas. Básicamente, es lo mismo que las otras dos películas; todos están en silencio, aparecen sobrevivientes en un lugar y tienen que quedarse ahí por el momento para luego seguir avanzando y buscar refugio en otro lugar. Recuerdo que un amigo (Edú) me había comentado que sintió mucha ansiedad con la primera película pues fue a verla al cine. Tenía mucha razón. Las dos primeras la vi en casa y la sensación fue muy distinta ahora que fui a ver esta al cine. Eso es algo que me gustó mucho de la película; el factor de realismo que da el silencio. En esta película hay un poco más de ruido, pero fuera de eso es totalmente silenciosa.
Fun Fact: todo el mundo estaba super concentrado y en silencio mientras veía la película y hubo un momento donde aparece uno de los monstruos repentinamente y una mujer gritó fuertemente así como lo hacen en las misma películas de terror. Ese cine se fue abajo en risas.
Las actuaciones fueron desgarradoramente épicas. Me parece fascinante cuando un actor es capaz de mostrar y transmitir tanto con sus expresiones faciales y corporales sin necesidad de las palabras. Sufres, lloras, te angustias y mueres junto con ellos solo mirando sus rostros. Una de las escenas más tristes es cuando Sam (que como fue a regañadientes al paseo) quería ir a comer pizza a Patsy’s (una muy popular pizzería en East Harlem) recorre la ciudad hasta llegar al lugar y resulta que se había incendiado durante la caída de los meteoritos. La escena es como si te arrancaran el corazón del pecho a sangre fría y luego lo machacaran con un martillo. Te quedas sin corazón y sin pizza y realmente sentí ese mismo dolor que sintió el personaje al ver el lugar destruido por el fuego. La única esperanza que le quedaba estaba en cenizas.
También, es interesante que la película te hace sentir como si tú tampoco pudieras hacer ruido. Como si estuvieras allí con ellos. Fue una experiencia súper cool y nueva para mí. De por sí ya sufro de ansiedad, pero este tipo de ansiedad fue emocionante y desesperante al mismo tiempo. Definitivamente, esta es de esa clase de película que debes ver en el cine si o si. Hay algo que siempre he visto en ciertas películas que hoy en día se sigue utilizando; los personajes con enfermedades terminales siempre se sacrifican para salvar a otra persona. En este caso no hay un final feliz en sí, pero si te dan un poquito de esperanza dentro de una triste realidad. En fin, les recomiendo que la vean y ahí me cuentan su experiencia. Nos estamos leyendo…
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